" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿ Que tipo de persona sos , segun la geometría?

Así como no podemos escaparle a la neurobiología y al influjo de nuestras hormonas como individuos, tampoco podemos escaparle a las matemáticas. Es que geométricamente hablando las personas también se dividen en cuatro clases: Las rectas, las semirrectas, las triangulares y las poligonales.

Las rectas, son las personas que están cómodas en un compromiso serio donde la cosa va de un punto A (vos) y va a un punto B (el otro), y de B vuelve al punto A, sin distraerse con cada mosca (o minifalda) que vuela cerca. Es un ida y vuelta entre dos, que interactúan con los demás, cuidando la relación fundamental entre dos.

Las semirrectas son las personas que comienzan en A, y de ahí en adelante van tocando infinitos puntos sin querer parar en ninguno. Son las que tiene parejas consecutivas, estilo Hollywood, en un estilo de poligamia diferida, o monogamia sucesiva, que no le hace mal nadie y sí beneficia a una enorme cantidad de abogados.

Las triangulares son las que sienten que el estilo recta o semirrecta les resulta muy aburrido, porque tener una sola pareja es muy poco para ellos, y siempre pugnan porque haya un tercero dando vueltas… ¡no soportan amar sin testigos! .Y si los otras dos partes del triángulo interactúan entre si, ya sea celándose, odiándose o – ¿por que no? – besándose, tanto mejor para la dinámica del triángulo.

Se dice que en la historia hubo triángulos donde cornudos conscientes han aceptado las excesivas libertades de uno y otra parte. Pero son casos excesivamente aislados. Simone de Beauvoir trató de hacer como que no le importaban las infidelidades de su compañero Jean Paul Sartre con sus admiradoras, pero sin embargo en sus escritos revela el asco que le daban esas traiciones. Los triángulos son una forma que pincha, porque siempre queda uno fuera mirando como otros dos se divierten. A lo largo de la historia siempre hubo triángulos famosos, y siempre a costa del sufrimiento de alguien que se siente dejado de lado. Como siempre, el que no tiene tanto sexo como los otros dos se resienten y la cosa se va al diablo, de pura envidia.

¿Qué le pasa a un tipo cuando creías que el era un tipo recto, y resulta que es del tipo triángulo?

Que te mestiste on un infiel. Y quien te ha engañado una vez, lo hará otra vez más, simplemente porque ha descubierto que puede hacerlo.

La primera vez que te pone los cuernos, tu pareja tiene muchísimo que arriesgar, porque aún no sabe cuál será tu reacción, y se está jugando el pellejo.

Pero una vez que se entera de cómo reaccionás, ya sabe cuan lejos podrá ir con vos, a través de estos cálculos algebraicos:



a) 1 llegada tarde + 1 llamada extraña = unos cuernos descubiertos.

b) 3 días llorando + 1cena a la luz de las velas + 24 rosas rojas = 1 reconciliación

c) 1 bolso Vuitton nuevo + 1 nueva luna de miel a un resort del Caribe + 2 entradas a la ópera = 1 permiso para ser infiel nuevamente


Aunque no hay que ser Einstein para sacar estas cuentas, ellos, con tal de hacer trampa nuevamente, harán cálculos logarítmicos aún más complejos, como cuántos nanosegundos de tiempo libre tienen entre que salís del gimnasio y vas a visitar a tu madre, para saber que no pasarás por casa y que tienen diez minutos para meterte los cuernos con la vecina de enfrente.

¡Y vos que querías perdonarlo!

Los infieles son reincidentes: la adrenalina es adictiva.

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