" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

viernes, 3 de septiembre de 2010

Entrevista a Ana en diario " El Comercio", de Perú


Diario " El Comercio" , de Perú

DOMINGO 14/09/2008
“La risa es sinónimo de amor”


Tiempo de lectura: 5'0'' | No. de palabras: 750

El cabello rubio y largo, algo atrevido, y la mirada diáfana de sus ojos almendrados develan la personalidad decidida y la gracia de Ana Von Rebeur. Lo primero que le pregunto es ¿cómo hace una sola mujer para ser madre, escritora, periodista, dibujante, humorista gráfica y columnista? Ella sonríe y con la sinceridad a flor de piel asegura que eso es lo que se debe hacer para poder sobrevivir en un país como Argentina. Sin embargo, tras su conversación repleta de anécdotas jocosas, se revela que el ingrediente fundamental para mantener esa vitalidad es el humor.

La risa permite sortear los baches de la calle que transitamos día a día. Ana dice que “uno se puede reír de cualquier cosa, pero nos reímos más de las cosas que nos resultan familiares y de las que nos dan más miedo”, y agrega: “Si te da miedo que te pongan los cuernos, seguramente te hará más gracia un chiste sobre la infidelidad. Mordillo –el famoso caricaturista argentino– dice que el humor es la ternura del miedo, el sentirse acompañado en el mismo miedo con otra persona: nos sentimos menos solos si nos reímos de lo mismo. A mí me causa mucha gracia el humor negro porque del miedo a la muerte aún no me salvo”.
La comicidad se ha convertido, además, en la herramienta perfecta para que esta talentosa porteña pueda tratar temas sensibles o muy serios, que sin el toque de humor no podrían ser asimilados fácilmente: “Todo lo que escribo sobre psicología, parejas y familia es puro humor, pero está lleno de datos científicos y reflexiones serias. Mi idea es que el lector o la lectora lo lean para divertirse, consolarse y luego de la risa, se queden sorprendidos, reflexionando”.

Ana ha publicado más de 20 libros sobre diversos temas, su última publicación es ‘¿Quién entiende a los hombres?’, una humorística radiografía sobre el extraño comportamiento que tiene la población masculina. Al leerlo, en cada página una se encuentra diciendo: “Sí, esto también me pasó a mí”, mientras ya no le cabe la risa en la boca.

Y es que el humor, según cuenta Ana, cuando no ofende al otro puede volverse un punto de encuentro: “El humor es la nueva Torre de Babel, pero terminada hasta el final: si nos reímos de lo mismo, se zanjan las diferencias y comenzamos a entendernos. Reírnos juntos es algo que rompe las barreras, crea un puente entre culturas y nos hace a todos sentirnos más humanos. Y en un mundo tan individualista, sentirnos más humanos por reírnos de lo mismo es una sensación fabulosa. No te ríes con quien no estás a gusto. La risa es sinónimo de amor.

Cuando una chica ríe fuerte junto a un chico es que está loca por él, aunque él no lo sepa aún. Y mientras te rías con tu pareja, por muy distintos que sean los dos, seguramente seguirán juntos. Peor que te digan “ya no te amo” es “ya no me río contigo”, comenta.
De ahí que llevar la fiesta no solo en paz sino alimentarla con grandes dosis de humor puede generar una verdadera diferencia en las relaciones afectivas:

“Si no te ríes de las pavadas que dicen lo maridos, las mujeres nos volveríamos locas. En una buena pareja te ríes hasta de las diferencias. Mi marido siempre me tira el acolchado al suelo, cada santa noche, y dice que soy yo quien lo destapo a él y lo vuelco al piso... Yo mejor me río”, confiesa Ana mientras su carcajada llena el lugar.

Pero no solo en la relación de pareja es fundamental abrir espacios para el humor, la risa puede incluso fortalecer los vínculos familiares: “Las ocurrencias propias de los niños se acaban a los 10 años, cuando se ponen serios y solemnes. Toda familia debería alentar a que sigan diciendo lo que se les ocurra sin burlarlos jamás. Si en vez de festejarles sus chistes, los burlas, se cerrarán para siempre.

Y después nos preguntamos por qué los adolescentes no hablan: ¡porque cuando hablan, los hacemos callar! El humor bien entendido es “me río contigo”, no “me río de ti”. Una familia que estimula el humor compartido es una familia comunicada. La risa libera endorfinas, que son las hormonas de los sentimientos de placer, que nos hacen sentirnos bien y mantener las defensas del organismo altas. Así que una familia alegre no se enferma nunca, y además…¡hasta la pasan bien saliendo juntos!”.

Cristina Arboleda


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