¿Cómo reaccionas al enterarte?

Al principio sientes una furia loca contra la persona que te engañó. Quisieras quemar sus cosas y no haberlo conocido jamás. O haberlo conocido, sí, pero en al isla de Robinson Crusoe, donde si te quería meter los cuernos, te los metía, sí, pero con una cabra. Esos sí que son cuernos. Pero al menos las cabras no hablan, o no escuchan, y no saldrán de testigo cuando lo mates por haberte dejado por una cabra, justamente cuando tú ya estabas como una cabra
Finalmente, no haces nada lógico al enterarte de la infidelidad, sino cosas de lo más locas:

-Susana descubrió que su marido en vez de ir al gimnasio iba a hacer gimnasia particular a la cama de la vecina.¿ Qué hizo la mujer engañada? Soltó el adorado Rottweiler del marido a la calle. Y lo dejó perderse en la ciudad para siempre. Luego le dijo “Tu perro escapó”: Pensaba que el hecho de buscar al perro mantendría entretenido al marido, que pasó semanas forrando la ciudad con fotocopias que prometían recompensa por encontrar al perro, mientras ella ya estaba pensando en forrar la ciudad con fotocopias ofreciendo recompensa para que se lleven al marido.

-Maricarmen sabía que no podría impedir que cada noche él se viera con su amiguita. Lo que hizo fue llenarle la ropa de él con su propio perfume femenino, uno de esos dulces y empalagosos. Le besó con lapiz labial el interior de cada uno de sus calzones, para que ella viera que aunque él dijera “Con mi mujer no pasa nada”, tal vez mentía. Y le dejó cartitas de amor por el coche, la ropa, los bolsillos, y la cartera... ¡firmadas con varios nombres de mujer y letras diferentes! El romance terminó cuando la amante sospechó que él tenía otra amante.

-Héctor supo que su esposa se estaba viendo con otro del trabajo. Veloz con sus reflejos, sorprendió a su esposa con dos pasajes para irse de vacaciones en un crucero, donde se empeñó en recuperar la atención de ella. Claro que no hay amante que te espere luego de cuatro meses sin noticias porque te has ido en crucero con tu marido.

-Melina descubrió que su marido tenia una historia con su socia. Entonces fue y le pidió prestado un montón de dinero a su socia, pensando “que Dios te lo pague”. La socia le devolvió al marido. Melina nunca le devolvió el dinero.

-Mercedes supo que Ricardo, su marido, se estaba viendo a escondidas con una compañera del trabajo. Ella averiguó la dirección de la amante. Y fue personalmente a llevarle un gran ramo de flores en agradecimiento por “lo fogoso y adorable que está Ricardo desde que te conoce ...Y te pido por favor que sigas con él, no lo dejes, que gracias a ti estamos viviendo una apasionada segunda luna de miel”. La amante quedó tan descolocada que no pudo seguir con el hombre... ¿Quién puede sostener un romance a pedido de la esposa legal?

-Sofía se enteró de que cada vez que su marido se iba de viajes de negocios, llevaba a su secretaria con él. Pero no dijo nada. Simplemente, llamó a la secretaria para preguntarle qué vacunas debía ponerse para viajar a Malasia. A la noche, llegó el marido, shockeado. “¿ De modo que quieres viajar conmigo? “ , “ Claro que sí, ya era hora”, dijo ella. A partir de entonces, viaja con él a todas partes y compra los regalos más caros en cada destino. “¿Que iba a hacer? ¿Hacerle un escándalo para que se vaya con la zorra esa, dejándome sola con los niños? ¿Pelearme con él por lo que ya estaba hecho? No señor: decidí viajar y en cada viaje me cobro la culpa que él aún tiene encima...”

Todas estas son maneras distintas de reaccionar. Un descubrimiento así produce un duelo. Algo muere en ti. Luego de romper una confianza de muchos años, se derrumba frente a ti tu propio pasado y la historia de los dos. Si nada era lo que parecía, pierdes las referencias de la realidad.
Pero no tanto como para no cobrarte en especies la deuda que tiene contigo, y quitarle a él la tarjeta de débito de la cuenta en común. ¡Si quiere a tu marido, que lo pague ella!