" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

¿Te desearé toda la vida?

Dicen los maratonistas que luego de cierto tiempo de exigencia física en el que uno siente que no puede más de cansancio, se produce un “ cambio de aire” y el organismo se reenergiza, rindiendo de pronto mucho más, de modo de llagar a la meta sin esfuerzo. Pues sucede que en el sexo no existe tal cambio de aire. Cuando uno tiene la necesidad de tener sexo, si la ignora, al tiempo se olvida de la necesidad y del sexo. Y puede seguir sin saber qué es el sexo, hasta que el otro “cambia de aire”...yéndose con otra que sí le recuerda qué era el sexo.
Tal vez todo el rollo de la infidelidad no se deba a otro motivo básico que un “ cambio de aire” .
Tal como está organizada la sociedad, te piden que te cases entre los 20 y los 30 – más tarde, equivale a raspar lo que queda en el fondo del frasco- , y que te quedes con la misma persona hasta que uno de los dos se muera, dentro de unos 50 o 60 años . Verdaderamente se hace difícil imaginar cómo nadie puede pretender que te siga excitando sexualmente una persona duranmte tanto tiempo ...¡Estar 50 años con Robert Redford o Brad Pitt también debe ser el mismísimo infierno! De hecho, Redford se divorció de su esposa y Jennifer Anniston no soportó a Brad más que siete años, que según ella fueron como la película que él protagonizó: “ Siete años en el Tibet”.
Pretender no tener sexo con nadie más que con tu esposa/o durante 50 años es una cosa de loco. Los kaikenes de la Patagonia lo hacen: no cambian de pareja por toda su vida ...¡ pero su vida dura tres años! La nuestra en cambio dura al menos 70...¿ Como haces para tener una vida sexual activa? ¡ Uno no puede tener sexo con una abuela!
Tal vez todos seríamos infieles si no fuera porque al abuelo no le gustaría nada enterarse de que la abuela se lleva a otro viejo reumático a su propia cama, y a la abuela no le gustaría encontrar una dentadura postiza aejan en el bolsillo de su marido. La fidelidad sería algo así como un pacto de mutuo egoísmo: “Yo no me acuesto con nadie más , pero tu tampoco lo harás”.
O sea que no somos fieles por convicción, sino para no permitirle al otro romper las reglas del juego. Como el perro del hortelano : no comer ni dejar comer .
¿ Esto es tan pesadillesco?
No, no lo es, porque a medida que pasa el tiempo en una pareja el sexo es menos relevante, y queda reemplazado por una cálida amistad y compañerismo, un nivel de intimidad emocional, un vínculo fuerte con alguien con quien poder conversar mejor, comprender mejor, reír mejor.... o por un gélido odio ancestral, lo mismo da.
Lo importante es tener quién quite la basura y saque a pasear al perro.

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