" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

Si ella es infiel, la culpa es del marido

(Publicado en Clarín , 2008 )
Lo de "hasta que la muerte nos separe" era un discurso bonito cuando la gente moría a los 30 años de parto o una herida mal curada. Ahora que la gente vive casi un siglo, el plan de pasar 30 o 50 años con la misma pareja sólo se entiende por dos motivos: a) la pareja nos da demasiadas cosas buenas como para perderla, o b) nos da una pereza terrible buscar a otro. Las mujeres con pareja pueden fantasear con amantes, pero no tienen ni tiempo ni ganas de andar buscando a otro, por varios motivos: a) habría que maquillarse y vestirse, b) en el fin de semana queremos dormir, y c) a juzgar por lo que cuentan las amigas solteras, el panorama masculino fuera es tirando a calamitoso. Entonces nos quedamos con el cuchicuchi conocido que supimos conseguir. Ahora, la mujer espera más de la vida que su bisabuela, y no se queda con un tipo que no la trate como merece. Entonces piensa "¿qué pasaría si...?.". Se lanzaría a la aventura en cuatro casos: a) el marido la tiene abandonada sexualmente, b) él le fue infiel y ahora le toca a ella; c) él la considera cocinera, niñera, pero no mujer, d) él prefiere mirar una propaganda por la tele que a ella. Es muy simple: si la mujer es infiel, la culpa la tiene el marido. A una mujer bien atendida ni se le pasa por la cabeza probar con otro. Aunque si el otro es un clon de George Clooney, que canta como Arjona y tiene la plata de Bill Gates no va a ser tan tonta... Pero eso ¡es ciencia ficción!

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