" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

domingo, 29 de agosto de 2010

No hagas preguntas

Una vez que te han metido los cuernos, te pueden dar muchas explicaciones para tranquilizarte, o para que pares con el interrogatorio. Pero las causas que llevan a ser infiel pueden ser un cúmulo de razones distintas, que pueden ir de lo anecdótico a lo subconsciente. A veces también los infieles lo hacen por creer que la satisfacción sexual del matrimonio puede aumentar debido a la gran carga erótica que aporta una relación prohibida y paralela.
Allá tú si haces la vista gorda por este motivo. Menos costos emocionales tiene alquilar videos triple equis. Pero hay gente que precisa más y más estímulos, como la pobre Pamela Anderson, que si no sale en tetas para el mundo entero, a su marido Tommy Lee no se le para.
Por otra parte,¿Cuántos matrimonios existen en el cual la infidelidad es aceptada y casi rutinaria?
Tú puedes hacer lo que quieras con tu vida sexual y tu matrimonio.
Lo loco de la infidelidad es que, con todas las evidencias que hay de que tuvo lugar, la ruptura no aparece. Piénsalo: si rompes con el infiel, ya no hay infidelidad. La hay sólo mientras te resistas a dejar a una persona que no es leal. El infiel se harta de que le persigas, pero se queda contigo. El engañado anda como un sabueso tras cualquier pista que le asegure que la relación extramatrimonial pueda romperse de una vez, pero se queda con el infiel. Ambos se meten en un círculo vicioso que alimenta la dependencia mutua, empeñados como están en “garantizarse la libertad” el infiel y “ descubrir la verdad", el cornudo o cornuda.
En una infidelidad, como en un divorcio, las razones pueden ser “Porque nunca me quiso”, “Para tener quién me abrace” o, “Para que él reaccione de una vez”. Todas distintas y todas ciertas.
Piénsalo un poco. ¿De qué te serviría saber “LA” verdad?
Nada de ello tiene mucho que ver contigo, sino con la psiquis del infiel.
¿A qué vienen tantas preguntas? Quien te fue infiel te estafó mucho. Y nada que agregue al relato probará que te estafó más o peor. Una estafa es una estafa, por un peso o por un millón. Mejor dicho: por un beso o un millón. Si mi pareja me dice “besé a esa mujer en la boca una sola vez” o si me dice “besé a esa mujer en la boca un millón de veces”, me enfado lo mismo. Un solo beso no significa “un millón de veces menos enfadada”. Al contrario: estaría un millón de veces más preocupada, pues quien besa una vez, se queda con ganas de más... pero quien besa un millón tiene los labios paspados, y ya quiere volver a casa a dormir .
¿Que quieres saber si él le ha dicho que la amaba?
Si, seguramente se lo ha dicho. Pero hay gente que no le dice que “Te amo” a la amante y hace el amor con ella tan estruendosamente que hasta que se quejan los vecinos
¿Te jura que no se lo ha dicho? Pues que se revolco con ella, si que se revolco.
¿Te dice que sí le ha dicho que la amaba? ¿Para complacerle, o por que lo ha sentido de verdad? Pero , ¿acaso hace alguna diferencia? Seguramente lo pudo haber sentido en ese momento, y luego ya no. O lo sigue sintiendo, pero renunció a ella. ¿Qué importancia tiene? ¡Allá ellos y sus corazoncitos rosados, sus querubines y sus San Valentines!
De nada sirve saber. Además, por más que insistas con preguntas, ¿cómo sabes si te responde la verdad. o si te miente otra vez? Es como ver en el periódico la foto de Dolly, la oveja clonada. ¿Cómo sabes que es la oveja clonada y no una foto de archivo de una oveja cualquiera?
El engañado a veces hace tantas preguntas que el infiel termina inventando respuestas para satisfacer su morbosa curiosidad, hasta que termina metiendo la pata por responder algo distinto cada vez y embrolla todo más aún.

= ¿Pero no habías venido a este restaurante con Estefanía?¿Y ahora me dices que la has traído a Lía?
=Ejem...Pues, a ambas ...
=¿Y quién diablos es esa Lía?

Como ves, quien habla de Lía, se lía.
Lo único que cuenta aquí es si el infiel quiere seguir contigo o no. Y si tu lo aceptas de regreso o no.
Y recuerda algo: no debes compararte con una amante ni en el plano económico, ni en atractivo físico, poder, dinero, inteligencia o sensualidad.
¿De qué serviría?
Si es más fea que tú, no te explicarás qué es lo que él le ha visto, y querrás indagar más aún a ver qué posición del Kama Sutra sabe ella que a ti se te ha escapado.
Si es más hermosa ella que tú, te gastarás en botox el dinero de la escapada de fin de semana al mar que planeabas con él para recuperar la relación, con lo cual estás como en un Juego de la Oca: vuelves atrás diez casilleros.
Tampoco debes tratar de contactarte con la amante para aclarar nada. Por más que mueras de curiosidad, no es tu rollo: es el de tu pareja infiel.
Los efectos de estas investigaciones privadas son devastadores para tu autoestima, pues estás actuando desde el rol triste de la engañada, y esto te pone socialmente vulnerable. No hay nada que saber. No preguntes cómo sucedió, salvo que seas autora de teleteatros y los detalles te sirvan para ganar dinero con eso.
Ahora te toca ver donde quedas parada en medio de todo esto.
Y debes elegir : te quedas parada donde eliges tu ...o donde te deja el infiel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario