" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

domingo, 29 de agosto de 2010

¿Sabes con quién te metes?

La aventura puede convertirse en pesadilla si dejas que se interponga entre ti y tu vida normal.
Por bien que la pases dentro de tu affaire, no debes perder la perspectiva de que un affaire es un affaire y tu matrimonio es otra cosa, bastante más tediosa, pero con otro nivel de compromiso. Por ejemplo, si caes por la calle y te partes la cabeza, y un paramédico te pregunta: “ ¿ A quien quiere que avisemos que usted está en un charco de sangre y que la llevamos a internar?”, aún en el peor de los estados , cualquier persona sólo tiene fuerzas para susurrar un nombre. Y es raro que con una conmoción cerebral alguien diga “ Avisen ...a mi ...amante ...” . No...tú sabes que a ese hora tu amante tal vez tiene clases de Tai Chi Chuán o examen de arameo en su carrera de Filología, así que mejor avisas a tu cónyuge que aunque sea neurocirujano/a , dejara al paciente con los sesos al aire con tal de acudir a tu auxilio. Y esto lo hará así te quiera mucho o no , porque eres su esposa /o. Pero es improbable que no te quiera por el famoso Síndrome de Estocolmo que mencionamos antes: si pasas muchos años odiando a la misma persona , acabas encariñándote.
Lamentablemente sucede que quien comete una infidelidad no tiene demasiado criterio para elegir la pareja. Tampoco tiene tiempo para ponerse selectivo: debe concretar algo en cuanto se le presente la oportunidad, algo rápido, discreto y volver de prisa a casa antes de la cena, para que no se sospeche nada.
Pero ya sabemos que en la sociedad actual estamos peor que en el siglo XVIII con esto de armar parejas. Hace menos de dos siglos, te armaba el matrimonio un casamentero profesional. A los quince, ya tenías un prometido que ni siquiera conocías personalmente, sino a través de miniaturas donde retratistas hábiles convertían a un narigón en un Adonis. Ahora, en cambio, te las tienes que arreglar por ti misma/o, y salir de ligue por los bares a elegir el que esté menos borracho y viste menos hortera.
El hombre también tiene más tiempo para evaluar si la mujer que es su novia es un 50%, 20% o 5% parecida a la mujer de sus sueños, o más bien es la mujer de sus pesadillas.
Pero cuando estas tratando de salir de trampa con los minutos contados, no te fijas si ella tiene cultura o si él tiene dientes. Buscas una rápida encamada y ya, no sea cosa de que se arrepienta él, o te arrepientas tú. .
Y allí es cuando el infiel debería andar con pies de plomo. Para empezar, por más que evite darle el número telefónico de la casa, un amante enamorado puede acabar siguiéndolo para saber donde vive, para acabar golpeando la puerta en la casa de él.
Un romance al paso puede convertirse en una relación peligrosa.
El amante soltero del adúltero siempre se toma más en serio la relación que quien tiene casa donde regresar y esposa/o con quien aclarar los motivos de la llegada tarde.
Así que este tema siempre depara sorpresas para uno o para el otro.
El amante de una mujer casada puede querer enfrentar a tu esposo con cualquier motivo para conocer tu casa, tus hijos y meterse en tu vida. Sería una locura, pero el amor conoce razones que la razón no entiende.
Es que los amantes se enamoran demasiado.. Entonces, si estás casado/a , ya que no puede ofrecerle un compromiso a largo plazo y sólo puedes darle más ratos sueltos y encuentros clandestinos, para retener a un amor soltero y que quiera seguir el juego, no queda otra que tratarle de perlas, y llenarle de regalos y conseguir que los momentos al lado de la persona casada sean de idilio perfecto. Si una mujer soltera se enamora de un hombre casado, él la tratará sentirse como una reina y le dirá cosas que ningún soltero le puede decir, sin que ella le diga , “ Pues ya que soy tu universo, y el aire que respiras ...¿ porqué no nos casamos, y ya?” . El casado puede decirlo libremente, sabiendo que ella no le dirá eso, porque ya está casado .
Como un/a amante casado/a se comportan de una manera mucho más romántica y apasionada con su rollo sentimental del momento,- porque un affaire sin pasión no tiene gracia , y porque está más desatado y salvaje que una pareja soltera , va más lento pues tiene más tiempo a favor - el ligue del infiel se vuelve loco de amor por él .
Y un amante loco de amor puede ponerse pesado, muy pesado....

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