" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

miércoles, 25 de agosto de 2010

Reportaje a Ana von Rebeur en "El Expreso" de Ecuador

¿Quién entiende a los hombres?
Con ese título, la autora de un libro quien desde un enfoque humorístico trata de explicar las relaciones de pareja, habla sobre las necesidades de cada género.
Gilda Orellana - orellanag@granasa.com.ec
“El Expreso”, de Ecuador

Ana Von Rebeur está convencida de que los hombres son tan simples que parecen complicados; y tanto lo está que escribió un libro para contarlo. Lo hizo porque su experiencia no es distinta a la de miles de otras mujeres que alrededor del mundo se preguntan "¿Por qué dijo te llamo y no llamó?", y por eso utilizó las enseñanzas de una vida como periodista y sus años de estudios en psicología para empezar una investigación sociológico-cultural que luego publicó a modo de ensayo humorístico, pero que no deja de contar una realidad que a estas alturas no sorprende: los hombres y las mujeres somos distintos.

"El problema es que las mujeres pensamos sobre los hombres y los medimos como si se tratara de una amiga, y no es así. Su modo de comunicación es distinto, es práctico, ellos no son como nosotras; nosotras nos pasamos pensando por qué me dijo esto, por qué me miró así, por qué utilizó ese tono, y no funciona así, ellos lo que te dicen es lo que piensan. Los grandes silencios masculinos son solo eso, silencios; no son como nostras que cuando estamos calladas tenemos mil ideas en la cabeza"... La autora utilizó el humor ácido para que las cosas sean más digeribles: "Lo más difícil de aceptar es que si dijo te llamo y no llamó, no le encantaste tanto como creías y que él necesita tiempo para reconocer si lo que le gustó de la cita fue la música, tu compañía o todo en conjunto, y quizá para eso necesite varios días. Mientras, las mujeres se parten la cabeza pensando "qué hice mal" en vez de seguir con sus vidas, dice.

Y lo enfatiza. Ana cree en la mujer y su belleza, cree en una vida posible sin los cuestionamientos de todo tipo alrededor de las actitudes masculinas y además cree en la tregua: "Pienso que si las mujeres nos acercásemos a los hombres entendiendo sus códigos comunicacionales nos ahorraríamos muchos malos ratos, ellos buscan soluciones a cosas concretas, no tienen recursos sofisticados como las mujeres para las relaciones humanas y esto ocurre por el funcionamiento de su cerebro...lo que trato de explicar es que si entendiéramos cómo son podríamos explicarles de mejor manera nuestras necesidades".

Hace pocas semanas estuvo en el país presentando el libro "¿Quién entiende a los hombres?" y participó en una charla en el Centro Cultural Ecuador, en donde observó con entusiasmo el interés que mucha gente joven tiene acerca de las relaciones de pareja. La obra, que ya fue presentada en la Feria del Libro de Bogotá, convirtiéndose en best seller en poco tiempo y que presentará en pocos días en Lima, habla sobre ellos, pero sobre todo trata de espantar el temor que tienen las mujeres a la soledad y la fantasía alrededor de las relaciones perfectas: No existe el hombre ideal, pero sí es posible encontrar una pareja que sea de apoyo, que participe de nuestros proyectos, un compañero de vida que nos sostenga, dice.

Su propuesta

La autoestima de las mujeres está afectada desde hace mucho tiempo, es una de las sentencias que desarrolla el libro, y partiendo de esa razón es que la autora aborda el miedo femenino a la soledad, que está generalizado dentro de la sociedad. "Las mujeres tienden a creer que después de esto que tienen ya no hay más, piensan "quién más me va a querer" o creen ciegamente en el amor de la vida, cuando la realidad es que no hay un gran amor de la vida, sino que hay muchas personas maravillosas que pueden ser buenas parejas... ese miedo responde a un asunto que está arraigado desde hace muchos años de quedarse solas, lo cual muy probablemente no va a ocurrir. Mi propuesta es que ellas entiendan que hombres hay muchos y entre ellos un montón que vale la pena conocer". Pareciera que uno de los mayores intereses de esta mujer, que ha viajado mucho y desde América hasta la China ha escuchado en diferentes idiomas los mismos problemas, es que todas sean conscientes de sus propias capacidades para ser felices. Y que se trata de tomar las decisiones correctas. "La violencia doméstica no es solo física. Existe en los comentarios mordaces, sarcásticos, en la crítica hacia la ropa, en decirle estás gorda o no me gusta esta comida...todo lo que sea control sobre una persona adulta, con derechos fundamentales, que juzga la manera de ser del otro, es violencia. Hay que dejar de lado los sentimientos de culpa y ver que en realidad la responsabilidad es del otro por criticar"...
...y los errores
La vida es amplia por sí misma y nuestra felicidad no debe, ni remotamente, depender del otro. El vivir en pareja solo debería complementarla. "Es importante sentir que se tiene una vida llena sin él, es muy bueno que los hombres entiendan ese mensaje, que ellos no sientan que son el centro de la vida de una mujer ni que ellas dejan todo de lado para verlo", dice. Hace un resumen y explica como otro de los errores más comunes de las mujeres es hablar de ellas mismas como si no tuviesen más planes de vida que el matrimonio. "Esas cosas no se deben hacer antes de tiempo, lo primero es mostrarse como una amiga, después si viene algo más, bien; pero muchas veces el tono es de desesperación y deja de parecer una mujer con una vida plena. Ser extremadamente celosas, hasta el punto de parecer controladoras también los aleja...ninguna mujer que se valore un poco debe ser tan insegura, enfatiza y añade en que las mujeres deben enfocarse en lo que las llena plenamente como personas para luego pensar en sus necesidades como pareja. Pero los hombres también cometen errores.

Entre los más comunes Ana menciona que los hombres dejan de lado el cuidado, los detalles y toman actitudes pasivas frente a los planes: "Ellos olvidan tomar la iniciativa en una salida, olvidan halagar a su pareja; no desde la postura estética, sino desde el hecho de querer pasar más tiempo con ella". Después de la lectura la reflexión es inevitable. Sin embargo, no propone recetas mágicas, solo rescata una vieja fórmula: La pareja ideal es aquella que ofrece un amor sincero y un espacio saludable.

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