" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

domingo, 29 de agosto de 2010

¿ Que es el adulterio?

En su etimología, la palabra adulterio viene de alter, que significa otro, distinto, de lo cual deriva el verbo alterare con el sentido de alterar o corromper. De ahí sale ad-alterare y adulterare (adulterar, falsificar) origen del sustantivo adulterium, que significa “que nos den una cosa por otra “ , o sea “gato por liebre”. Algunos estudiosos afirman, sin embargo, que adulterare _ en el sentido de cometer adulterio_, no proviene de ad-alterare, sino de ad-alteram , que significaría: “Ir hacia otra cosa distinta” . Pero la palabra adúltero tambien coincide en su raiz con la palabra latina ad-ulter, del adverbio “ultro”, que significa espontáneamente.
Por lo tanto, adulterio significa: “Ir espontáneamente hacia otro totalmente distinto, cuidando que no te den gato por liebre”.
Se dice que “los infantes tienen infancia y los adultos, adulterio” .
Pero en verdad, el adúltero es un hombre que sale con la suya...y con la ajena.
¿ Es tan común el adulterio?
Si rastreamos la historia de las sociedades, veremos que el adulterio fue siempre un problema social. Sólo a partir del último cuarto del siglo XX la infidelidad dejó de ser delito o problema social para reducirse a un asunto privado de pareja .
También a nivel lingüístico vemos que el adulterio se acepta con menos dramatismo: ahora se le llama “tener un affaire”, “tener un programa”, “tener una alegría”, “divertirse un rato”, “andar de juerga”,“dormir por ahí”,” tener una aventura”,”echar una cana al aire”, “tener escarceos amorosos”, “revolear la chancla” o “tener una historia”. La infidelidad ya no es un crimen, y desde afuera parece hasta divertido.
Sin embargo, todos los códigos penales castigaron al adulterio de maneras horrendas, y generalmente se tipificó como un delito cometido exclusivamente por mujeres. Si una esposa tenía sexo con otro, era adúltera. Si un hombre tenía sexo con otra , no lo era . Para que un hombre sea adúltero, era necesario que tenga manceba dentro o fuera de la casa conyugal. Estas lindeza la heredamos de seguir legislando el mundo con el perimido Derecho Romano, que viene de la época de Calígula (el que mató a patadas a su esposa embarazada) y Nerón (el que tocaba la lira mientras Roma ardía).
Imagina que estas leyes antediluvianas vienen de un imperio tan decadente como para tener vomitorium en las comilonas . Era un sistema de locos que imponía que el único con derechos era el paterfamilias. La familia estaba compuesta por él , el padre y señor de la casa, y el resto de la familia, llamados famulus o mancipia , palabras que significan esclavo, siervo .
La esposa era una más dentro del régimen de "mancipia", es decir de que era una “manceba” (esclava). Y esto sigue así en todo el mundo.
La mujer y los hijos jóvenes (mancebos) no tienen derechos propios ante el estado hasta que se consiguen sus recursos económicos propios o emancipan, lo que significa que “desmanceban" (liberan). Caso contrario, siguen bajo el régimen de patria potestad. Para el Derecho Romano una mujer y un esclavo están en la misma categoría. Para el marido que vuelve del trabajo y te dice “Oye, ¿no hay nada para comer?”, también.
En la legislación española del Fuero Juzgo (la unión de las leyes de godos e hispanorromanos) dice que si una mujer, creyéndose viuda, se vuelve a casar y reapareciera el primer marido, éste podría venderlos a ambos “ o fazer dellos lo que quisiere." Y que si una mujer casada cometía adulterio, ella y su amante pasaban a ser posesión del marido, que los sometía a vejámenes horrendos.
En los Códigos Civiles de todo el mundo se estableció que la mujer debía obediencia al marido, como retribución de la protección económica que le brindaba él a su mujer, deberes que han sido reemplazados por un deber recíproco de respeto y protección, porque desde el momento en que cualquiera de los cónyuges tiene relaciones íntimas con otro, viola el deber de fidelidad, que es la esencia del matrimonio.
Hasta bien avanzado el siglo XVIII, nadie se casó por amor, sino por un acuerdo o alianza – como los anillos - entre grupos familiares. Además, en el siglo XVII, la iglesia se dedicó a prohibir efusiones sexuales entre los esposos, a excomulgar al adúltero, y a mandar al convento a las adúlteras. Por eso, la gente empezó a obsesionarse con el sexo, como se obsesiona cualquiera con todo lo prohibido... y tú con el chocolate.
Pero el Código Civil era piadoso con las ansias masculinas.
En la Ley 9 del Título II de la Cuarta Partida, se decía: "Ca muy desaguisada cosa faze, el que usa de su muger tan locamente, como faría de otra mala". Con esto de no hacerle a su esposa lo que haría con una mala, se le está guiñando un ojo a los hombres, incitándolos a buscar “muger mala” para saciar su libido, dejando en paz a la que guisa, que por otro lado, siempre está en la cocina, con jaqueca y en esa época no había ni aspirinas.
Para facilitar el acceso carnal a los pecadores varones, se deja impune la fornicación “con toda mujer no menor de 12 años y que no sea pariente”. Además advierte que “la fornicación con mujer de vida torpe no pone en peligro la fidelidad conyugal”, porque los hijos ilegítimos nacidos de “mujer de vida torpe” no comprometen la herencia, a diferencia de los hijos nacidos de infidelidad femenina. Este es el origen de los verdaderos “hijos de puta”. Sin herencia, sin respeto, sin padre, estaban condenados a mendigar por las calles y asumir el desprecio social por una madre que cargaba con toda la culpa de hacer, por un mendrugo, lo que los hombres le obligaban a hacer. Que porqueria de sociedad la nuestra. Hay mil nombres para las putas – "mujer de vida" torpe el más suave - ... ¡y ni uno solo para el cliente que hace que ellas existan!

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