" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

sábado, 28 de agosto de 2010

Una siempre sabe

Las encuestas mundiales indican una suba en la tendencia a la infidelidad. Por eso, las agencias de detectives e investigaciones privadas afloran como hongos por todas partes. El 80% de las consultas provienen de mujeres, y el dato llamativo es que las infidelidades corresponden a engaños en el ámbito laboral, el 20% a amores entre familiares ( cuñados, primos y , especialmente, tíos y tías ) y solo el 10% se da entre personas conocidas al azar . Dato para ponernos más que nerviosos. Lo sorprendente es que los espías privados dicen que cuentan con los mismos clientes como sus más activos investigadores. “ Hasta nos dicen a qué hora llegar a tal hotel para pescarlos in fraganti” , dice el dueño de una de estas agencias . ¿ Cómo se explica que alguien quiera pagarle a la agencia para que verifique algo que ya sabemos? Justamente, porque la mayoría de las consultas provienen de mujeres que ya intuyeron que el marido le es infiel, pero que no pueden tener que lo hayan descubierto tan fácilmente. Esto indica que si sospechas algo, seguramente estás en lo cierto. Pasarle a un detective solo serviría para constatar lo que ya sabías. Tal vez un hombre engañado precise un detective, pero a una mujer solo le confirma lo que ella ya sabía .
La gente está tan desesperada por saber con quien anda su cónyuge, que además estimula la venta de cualquier sistema de espionaje electrónico que le venden por Internet. Hay uno que te averigua en qué anda tu marido, quién es ella, qué ropa usa y qué planea cocinarle a Enrique, así tu no repites la lasaña .
También hay rastreadores de correos electrónicos y sistemas que memorizan los números que tu esposo ha marcado desde un teléfono. Eso es para que llames al mecánico del auto, al reparador de persianas y al dentista para gritarles: “ ¡ No toque a mi marido!” .
Así como hay empresas que ayudan a los engañados, otras empresas de Internet ayudan al infiel, como algunas que obtienen por tu falsas invitaciones a congresos, llamadas falsas para confirmar asistencia a eventos empresariales inventados, y hasta reserva de hoteles en sitios hiperdiscretos y confidenciales.
Y a la vez se están abriendo otras empresas que ayudan a los engañados a proveerles de fotos trucadas, falsos recibos de hotel y bragas perfumadas para cuando quieras acusar al pelmazo de tu marido de que te engaña, y no tengas que esperar que lo haga. O nunca has pensado “ ¿ Cuándo será el día en que me engañe, así tengo un buen motivo para echarlo a patadas y darme un buen baño de inmersión?”

Todo esto prueba que la infidelidad no es algo que se pueda ocultar fácilmente. Especialmente para los hombres. A veces no llegas a contratara un detective, que le mismo te trae evidencias de su engaño .
Un amigo conoció a un par de muchachas muy guapas, decidió salir de excursión de “ pesca” todo el fin de semana con un compinche. Eso les dijeron a sus esposas, y se pasaron todo el fin de semana dentro de un hotel, sin mojar un anzuelo. Al regreso, se dieron cuenta de que no llevaban prueba alguna de que hubieran estado pescando. Entonces pasaron por un supermercado y compraron unos cuantos pescados. Claro que el error lo vio transformado en horror en el rostro de su esposa, que al abrir el paquete descubrió espantada que en la cola de cada pescado venia engrampada una etiqueta plástica con el nombre del supermercado.
Pero lo peor de todos son las sorpresas.
Una prima que buscaba trabajo finalmente consiguió un empleo en una farmacia. No se lo dijo el marido porque quería sorprenderlo con el cheque a fin de mes. Le dijo que cada tarde iba a hacer un curso de idiomas. A mediados de mes, viendo que el marido entraba a la farmacia, ella se escondió detrás de unos estantes desde donde lo espió hasta que él fue a la caja...a pagar unos preservativos. Lo grave no es la compra, sino que hacía años que ellos no usaban condones, ya que ella usaba DIU. Pero finalmente tuvo un bebé. Con otro marido.
¿ viste que ellos tienen la tendencia a decir “ Puedo explicártelo todo”? Estos son dos ejemplos de actitudes que no toleran ninguna explicación, salvo el descubrimiento de una nueva especie de pez “ Hiperahorro” , o de que en invierno, “si no me abrigo la bragueta, se me resfría”. Mejor callar.

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