SEIS CLAVES PARA CONSERVAR EL AMOR PARA SIEMPRE... y evitar la infidelidad.

1-Ambos deben mantener una saludable distancia : La frecuencia, satura: El amor eterno se da entre un astronauta y una bailarina de cruceros.
2-Ambos deben apreciarse como personas, más allá de la atracción sexual: La atracción se agota, pero el aprecio no. No se la pasa mal conversando sobre la absurda escenografía de la peli porno, o jugando al ajedrez en la cama.
3- Ambos deben ser atentos y amables uno con otro: Esto redunda en mutua gratitud. El tiempo que estén juntos, deben mimarse, agasajarse y brindarse toda al atención posible. Una velada llena de “ Qué se yo” y “ Ajá” no es un reencuentro verdadero.
4-Ambos deben preservar espacios propios, para reunirse a compartir lo vivido por separado : esto enriquece a la pareja, y hasta produce una sana pizca de celos. Demuestra que no hay simbiosis, sino ganas de seguir juntos porque es bueno estar asi.
5-Ambos deben separarse cada tanto, para poder extrañarse: es bueno sentir que el otro te falta. Vete de viaje por seis meses y a la vuelta será todo romance otra vez.
6- Lo peor que puedes sentir es que a tu cónyuge lo tienes comprado, con garantía de por vida: Nadie está garantizado. Podrías perderlo de un momento al otro.


Vemos que los seis puntos del amor eterno tienen que ver con evitar el pegoteo en el que caen las parejas.
No estoy hablando de que esté cada uno por su lado sin hablarse jamás. Hablo de tener independencia, no de indiferencia. La diferencia entre una cosa y la otra es que en el primer caso no ves la hora de llegar a casa para
meterte en la cama con tu amor, y en el segundo caso no ves la hora de meterte en la cama a mirar la tele .
El pegoteo indiferente mata al amor y provoca insensibilidad.
Yo creo que si me dejan 48 horas con Antonio Banderas, grito. Bueno, no tan pronto...Digamos que luego de 200 horas con Antonio, comienzo a hartarme de su ricito grasiento en la frente, sus ojos color lodo y sus pestañas demasiado oscuras.
Lo que mantiene el romance vivo es, justamente, alejarse un poco de tu amor, verlo a la distancia. La vecina siempre te parece más rubia que tu y sus hijos parecen mejor vestidos que los tuyos, solo porque los ves de lejos , y no percibes las raíces crecidas de ella y a sus hijos no les ves los parches en la ropa. Si a tu amor lo ves tomando distancia, como hacen los artistas para retratarte mejor, seguramente lo verás mucho más favorecido.
Mientras tanto, no esperes que el otro te complete.
Complétate tú.
No está de más recordar los sabios versos del poeta libanés Khalil Gibrán cuando habla del matrimonio: “ Dejad que haya espacios en vuestra unión. Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una cadena/Y estad juntos, pero no demasiado juntos. Porque los pilares del templo están separados. /Y, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés /ni el ciprés bajo la del roble.”
Y ahora hazte a un lado, cielín: que tu sombra no me tape el sol.