" ¿ Por qué cuernos me engañaste?" , de Ana von Rebeur , Editorial Norma , 2010

miércoles, 25 de agosto de 2010

Las tres respuestas más idiotas que él te da

Está científicamente comprobado que el cerebro de los hombres les impide sentir y pensar al mismo tiempo. Ellos tienen que elegir: o sienten, o piensan. Pero esto no sirve de descargo ante un desliz pasional – “Disculpa, cielo, no he pensado… ¡sólo he sentido!”-pero explica como pueden pretender conformarnos con explicaciones que no explican nada.
Supongamos que ya lo sabes, tienes pruebas en la mano – recibos, tickets, resumen de teléfono celular o de tarjeta de crédito, tres pelos largos rubio cuando tú eres morena y él no tiene como mascota un pony rubio – y lo tienes contra la pared. Abrumado, él recurre a los clisés trillados de todas las películas, que son estos tres y ni uno más:

a) “Son ideas tuyas”
b)” No es lo que estás pensando”
c) “No significó nada para mi”

La verdad, hubiera sido mejor que se callara la boca, porque estas respuestas son nada más que sumarle insulto al agravio.
Analicémoslas de a una:

a) “Son ideas tuyas”
¿Ideas tuyas? ¿Tienes tres testigos que lo han visto con una rubia y te quiere hacer creer que todos están sufriendo una psicosis colectiva y delirios alucinatorios? Las copias de los mails que el intercambio con ella lo has sacado del historial y no dicen otra cosa que “quiero estar contigo”. ¿Acaso hay varias acepciones de esta frase? Si nuestro idioma fuera el inglés , francés o el alemán, dado que en esa lenguas el verbo “ser” y “estar” es el mismo, entonces podría decirte que lo que quiso decir es “ quiero ser contigo”, porque “aún no sabes que me estoy dedicando a la filosofía kármica hindú que dice que todas las almas partimos de una gran energía central, a la que pertenecemos todos y ese “ quiero ser contigo” es nuestro saludo kármico informal” .Si tienes ganas de que te tomen por idiota, te la crees y se termina la historia. Pero como en español “ser” es una cosa y “estar” es otra, él no tiene coartada lingüística, aunque igual descubrirá que la gran energía central sí existe: la sentirá kármica y físicamente con el sartenazo por la cabeza que le darás al escuchar la frase“ son ideas tuyas” .

b) “No es lo que estás pensando”:
Tienes pelos, bombachas y hebillas del pelo que no son tuyas, más tarjetas de créditos de hoteles y cenas para dos… ¿y estás pesnando erróneamente? ¿Te está tomando por loca? ¿Acaso podrías suponer otra cosa que no sea una infidelidad? Si, claro, puedes pensar que él usa bombachas y pulseras porque decidió expresar el aspecto travesti de su personalidad Lástima que la pulsera no le pasa ni por el dedo gordo del pie. ¿Acaso tiene tantas ganas de comer, que cena solo y come por dos? Que pena que no traiga las sobras del lomo con champignon a casa. ¿Y la mancha de lápiz labial en su camisa? ¿Debes pensar que se peleó con un payaso? ¿O que su secretaria se limpia la boca en su camisa después de almorzar? Por lo menos, si además hubiera migas y mayonesa…él tendría una coartada. Pero no la tiene.Definitivamente, hay otra persona.

c) “No significó nada para mi”
¿Ah, si? ¿Y por esa nada tira toda la confianza de años juntos por la borda? ¿Tiene un romance, intercambia cartitas, comparte noches apasionadas con esa persona…pero no significó nada? O sea, si todo eso queda reducido a “nada”... ¡En cualquier momento lo vuelva hacer, total que suceda o no, es totalmente anodino! ¿Se quitó la ropa interior delante de un tercero que no es su médico, por nada? ¿Acaso se volvió exhibicionista? O lo que te quiere decir es que en verdad creyó que todo eso seria mucho más inquietante y fascinante que lo que resultó, y como se siente decepcionado y frustrado porque no le movió un pelo, le queda la asignatura pendiente de meterte los cuernos con alguien que le signifique algo?¿Cómo va a romper la lealtad entre los dos por una “nada”? ¡Por lo menos, si te cambia por otra persona, que sea alguien de nivel, status, presencia, de quien puedas opinar “te comprendo, era imposible resistirse”! Pero cambiarte por una “nada”… ¿no es cruel?

Tantas veces hemos escuchado estas explicaciones obvias en las películas de amores traicionados, que por suerte los nuevos guionistas, con buen tino, decidieron que en el momento en que la cornuda o cornudo descubre la traición, le dice al infiel: “No me digas nada. No quiero explicaciones” y el otro traga saliva, sabiendo que cualquier cosa que diga complicará su situación. Gracias, guionistas, por privarnos de estas cursilerías en el cine, Bastante tenemos que escucharlas en la vida real.

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